EPIFANÍA DEL SEÑOR||
“Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo”.
Hoy, como los Magos de Oriente, la Iglesia nos invita a postrarnos en adoración ante el niño Jesús que se nos ha manifestado como Mesías de Israel, Hijo de Dios y salvador del mundo.
Dios en su inmensa misericordia, por medio de su Hijo, se ha revelado a los pueblos gentiles, a nosotros y nos ha abierto las puertas de la salvación. Gracias a Jesucristo, la salvación ya no es para un grupo, sino para aquellos que abren su corazón a este derroche de gracia.
“Adoración de los Reyes”, Juan Bautista Maíno, 1612-1614 Museo del Prado.