Eran las once de la mañana y, un año más, una iglesia abarrotada por una Comunidad Parroquial esperaba el inicio del rezo del Santo Rosario. La Santísima Virgen cruzaba el dintel de la puerta de San Sebastián y los rayos de sol iluminaban su bello rostro. La Santísima Virgen vestía, como es de costumbre en este culto, manto de terciopelo rojo acompañado en esta ocasión por la bella saya bordada en oro y sedas de colores procedentes del capote de paseo del diestro «Manili». Continuaba el rezo del Santo Rosario presidido por la imagen por el tradicional recorrido, tomando Calle San Sebastián para girar en Salesiano Antonio Torrero, calle que daría paso a Mairena.
Este año, de forma extraordinaria, la Virgen giró en la Callejuela del Carmen para adentrarse en ésta y avanzar hasta la puerta de la Capilla del Carmen del colegio Salesianos. Quince años después la Virgen volvía al templo que, durante meses, fue su casa debido a las obras de restauración de los techos de la Parroquia de San Sebastián en el año 2002. Dentro de la Capilla se vivieron momentos de verdadera emoción. La Santísima Virgen avanzó hasta el presbiterio para saludar a María Auxiliadora y Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto que se encontraba en el altar entronizado para la celebración de la eucaristía del cincuenta aniversario de la imagen. En ese momento la Hermandad recibió la donación de un bello rosario por parte de la Hermandad del Rosario con una bella imagen de su titular. Bajo los sones de las letras interpretadas por nuestro coro alusivas a esta Hermandad la Virgen se despedía de la titular mariana de esta corporación y se disponía a abandonar dicho templo.
Tras la visita a la Capilla del Carmen pudimos vivir otro momento de gran emoción, la Virgen visitaría a la corporación del Santo Entierro con motivo del setenta y cinco aniversario de sus imágenes, así como por la conmemoración del quince aniversario de la estancia de la Virgen en dicha capilla, donde concluyó la Procesión Extraordinaria del cincuenta aniversario fundacional de nuestra Hermandad. La Virgen se adentró por el callejón y entró en la pequeña capilla para acercarse a sus titulares. La Hermandad del Santo Entierro realizó ofrenda floral a la Santísima Virgen, se rezó por ambas corporaciones y la Virgen se despidió de esta Hermandad hermana bajo los cantos de nuestro coro.
Una vez realizadas ambas visitas previstas se retomó el rezo del Santo Rosario por Calle Mairena, Plazuela, Gutiérrez de Alba y entrada, para terminar con el rezo de las letanías una vez que la Santísima Virgen se encontraba en el Altar Mayor de la Parroquia. Tras la finalización del mismo, dio comienzo la Santa Misa, acompañada por todos los niños que realizarán su Primera Comunión en el presente año. A la finalización de la misma la Comunidad Parroquial y sus familias se consagraron a la Santísima Virgen.
Un año más finalizaban los cultos en honor a nuestra Titular con motivo de la festividad de la Candelaria.
Agradecer desde estas líneas a todos los hermanos que nos acompañaron, a las Hermandades del Santo Entierro y Rosario por los gestos tenidos con nuestra Hermandad durante las visitas así como a la Hermandad de la Amargura por la cesión de algunos candeleros de su palio para las andas de la Virgen.
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